
Antes de sumergirnos, imagine un pintoresco estanque escondido entre la espesura del bosque, iluminado por un sol radiante en medio del día. Al unísono con el canto de los pájaros, un objeto se mueve lentamente en el agua. No es más que una Apalone spinifera, o tortuga girasol, desprevenido habitante de este encantado oasis.
La Apalone spinifera pertenece a la familia Trionychidae que engloba a las tortugas de caparazón blando. Su nombre procede de la jerga científica. 'Spinifera' se refiere a las pequeñas espinas que brotan en su caparazón. Estas tortugas se distribuyen desigualmente a lo largo de América del Norte, encontrándose en multitud de hábitats acuáticos que pueden variar desde lagos y estanques hasta ríos con corrientes rápidas.
Su cuerpo es principalmente plano y presenta un caparazón cubierto de piel en lugar de escamas. El color del caparazón, que puede variar desde marrón oscuro hasta verde oliva, y su forma aplanada, les proporciona una capacidad excepcional para camuflarse en el lecho del río, pasando desapercibidas para posibles depredadores.
Las tortugas girasol son reptiles carnívoros. Su sistema alimentario se basa en su estrategia de emboscar a sus presas, que incluyen peces, ranas e invertebrados acuáticos. Pueden llegar a medir hasta 47 centímetros de longitud, si bien las hembras suelen ser más grandes que los machos.
Un rasgo destacable es su hocico alargado similar a un tubo, que les permite respirar en superficie sin tener que abandonar completamente su escondite submarino. Durante los meses más fríos, la Apalone spinifera hiberna en el fondo del agua, enterrándose en el barro y respirando mediante la absorción de oxígeno a través de su piel.
En definitiva, la tortuga girasol es una verdadera joya subacuática, cuyo modo de vida único, espléndidamente adaptado a su entorno, nos transporta a la magia de la vida silvestre oculta en el corazón de nuestros bosques.
La Apalone spinifera pertenece a la familia Trionychidae que engloba a las tortugas de caparazón blando. Su nombre procede de la jerga científica. 'Spinifera' se refiere a las pequeñas espinas que brotan en su caparazón. Estas tortugas se distribuyen desigualmente a lo largo de América del Norte, encontrándose en multitud de hábitats acuáticos que pueden variar desde lagos y estanques hasta ríos con corrientes rápidas.
Su cuerpo es principalmente plano y presenta un caparazón cubierto de piel en lugar de escamas. El color del caparazón, que puede variar desde marrón oscuro hasta verde oliva, y su forma aplanada, les proporciona una capacidad excepcional para camuflarse en el lecho del río, pasando desapercibidas para posibles depredadores.
Las tortugas girasol son reptiles carnívoros. Su sistema alimentario se basa en su estrategia de emboscar a sus presas, que incluyen peces, ranas e invertebrados acuáticos. Pueden llegar a medir hasta 47 centímetros de longitud, si bien las hembras suelen ser más grandes que los machos.
Un rasgo destacable es su hocico alargado similar a un tubo, que les permite respirar en superficie sin tener que abandonar completamente su escondite submarino. Durante los meses más fríos, la Apalone spinifera hiberna en el fondo del agua, enterrándose en el barro y respirando mediante la absorción de oxígeno a través de su piel.
En definitiva, la tortuga girasol es una verdadera joya subacuática, cuyo modo de vida único, espléndidamente adaptado a su entorno, nos transporta a la magia de la vida silvestre oculta en el corazón de nuestros bosques.