
Blandi Blu o más conocido por el moco verde. Mattel saco en los años 80 con el nombre de Slime el juguete más asqueroso que se podían hacer y con mínima utilidad. En su formato original te lo encontrabas en un vaso verde que contenía una masa verde y viscosa que podías estirar, manosear, lanzar… Para sufrimiento de padres, era ideal para enganchar en las paredes y encima dejaba una mancha verde difícil de sacar. Como todos los juguetes gelatinosos tenía sus problemas, no se podían ensuciar, si lo dejabas mucho tiempo fuera se podía secar y perder su particular elasticidad.