
Nos llego a España con el desafortunado nombre de Muñeca Repollo, desde 1983 hasta 1988. Estas muñecas tenían algo especial, ya que no había una igual a la otra, eso quería decir que tu vecina, aunque tuviera una muñeca repollo igual que tú, no tendría la misma. Venían con certificado de nacimiento para demostrarlo. Era unas muñecas de grandes cabezas, con rizos y cuerpo blando. En sus orígenes su creadora Martha Nelson Thomas, quería que esta muñeca formara parte de la familia. Se cuidaba que de su desarrollo fuera artesanal y en sus principios las vendía en ferias. Las malas artes de empresas jugueteras clonaron a la muñeca repollo y la comercializaron tal y como es ahora.