
Este cromo de la serie "Banderas" presenta la vibrante y rica bandera de Etiopía, un símbolo que encapsula la historia y el espíritu de este país africano. La bandera, adoptada oficialmente el 6 de febrero de 1996, ondea con orgullo en tres franjas horizontales de colores verde, amarillo y rojo, de arriba a abajo.
El verde representa la fertilidad y riqueza de las tierras etíopes, un tributo a su exuberante paisaje y su potencial agrícola. El amarillo significa esperanza y justicia, marcando el compromiso del país con la paz y la armonía entre sus diversos pueblos. El rojo, intenso y profundo, simboliza la fuerza y el sacrificio, reflejando la lucha histórica de Etiopía por preservar su independencia, siendo el único país africano que nunca fue colonizado.
En el centro, resplandece un emblema azul con una estrella dorada de cinco puntas que irradia luz en todas direcciones. Esta estrella simboliza la unidad y la igualdad entre las etnias y religiones que conviven en el país, mientras que sus rayos dorados representan un futuro esperanzador y unificado.
Este cromo no solo es una representación visual de la bandera, sino también un recordatorio de la riqueza cultural y el legado histórico de Etiopía, un país cuya herencia resuena a través del tiempo. Es una pieza esencial para cualquier coleccionista que desee capturar la esencia de las naciones del mundo a través de sus símbolos más preciados.
El verde representa la fertilidad y riqueza de las tierras etíopes, un tributo a su exuberante paisaje y su potencial agrícola. El amarillo significa esperanza y justicia, marcando el compromiso del país con la paz y la armonía entre sus diversos pueblos. El rojo, intenso y profundo, simboliza la fuerza y el sacrificio, reflejando la lucha histórica de Etiopía por preservar su independencia, siendo el único país africano que nunca fue colonizado.
En el centro, resplandece un emblema azul con una estrella dorada de cinco puntas que irradia luz en todas direcciones. Esta estrella simboliza la unidad y la igualdad entre las etnias y religiones que conviven en el país, mientras que sus rayos dorados representan un futuro esperanzador y unificado.
Este cromo no solo es una representación visual de la bandera, sino también un recordatorio de la riqueza cultural y el legado histórico de Etiopía, un país cuya herencia resuena a través del tiempo. Es una pieza esencial para cualquier coleccionista que desee capturar la esencia de las naciones del mundo a través de sus símbolos más preciados.