
Play Doh siempre fue conocido por sus plastelinas de un olor extraño y muy atrayente (seguro que alguien las cató). En este caso nos trajo por los años 90 unos de sus juegos más reconocidos: Mis peinados preferidos. Se basaba en una muñeca de plástico con la cabeza vacía a la que rellenabas con plastelina. Al girar el brazo de la muñeca le salía el pelo en forma de plastelina por la cabeza y era el momento de ponernos creativos. Le podías cortar el pelo con unas tijeras que llevaba, ponerle accesorios, cambiar de color… los pequeños Llongueras de la casa dejaban volar su imaginación.