
Tipo:
Pilsener
País:
Bélgica
Bodega:
Brouwerij Cornelissen
Graduación:
5%
Formato:
Botella de 33 cl.
Amarillo dorado oro viejo. El carbónico muy fino se desprende en columnas muy numerosas y constantes, que nos da una primera indicación de su calidad. La espuma es inicialmente prometedora, pero tiende a desvanecerse a los pocos segundos tras la decantación dejando a penas un anillo.
Los olores en nariz son tostados y de caramelo, dando una idea de maltas más oscuras en su elaboración. Notas de cera muy débiles. En intensidad media. Lúpulo también, pero detrás, con un carácter vegetal. Es destacable la baja carbonatación, pero de un carbónico muy fino, que le aporta cremosidad.
Es viva, con una acidez agradable que realza su presencia y levanta la sensación de cuerpo, que tiende a ligero. Amargos medios, y aromas dulces de maltas y bollería.
Me la bebería con unas tostadas de pan de centeno, mantequilla y pescados ahumados (salmón, sardina, arenque), o con arroces en elaboraciones ligeras, como los blancos un poco especiados (basmati) o un arroz tres delicias.
Los olores en nariz son tostados y de caramelo, dando una idea de maltas más oscuras en su elaboración. Notas de cera muy débiles. En intensidad media. Lúpulo también, pero detrás, con un carácter vegetal. Es destacable la baja carbonatación, pero de un carbónico muy fino, que le aporta cremosidad.
Es viva, con una acidez agradable que realza su presencia y levanta la sensación de cuerpo, que tiende a ligero. Amargos medios, y aromas dulces de maltas y bollería.
Me la bebería con unas tostadas de pan de centeno, mantequilla y pescados ahumados (salmón, sardina, arenque), o con arroces en elaboraciones ligeras, como los blancos un poco especiados (basmati) o un arroz tres delicias.