Paseando por la costa en un día soleado, es bastante común avistar a una de las especies más interesantes y majestuosas que adornan los cielos y las playas: los pelícanos. Estas aves, pertenecientes a la familia Pelecanidae, proporcionan un espectáculo único con sus impresionantes vuelos rasantes sobre la superficie del agua.

El pelícano es un ave que nos sorprende por su tamaño, desde su pico característicamente largo y ancho hasta su cuerpo robusto. Pueden alcanzar hasta un metro y medio de longitud y, a pesar de su tamaño, son increíblemente ligeros gracias a los sacos de aire localizados entre sus huesos. Este rasgo los hace excelentes voladores y nadadores.

Su pico grande y flexible, dotado con una bolsa inferior extensible, es su rasgo más distintivo. Esta bolsa, o saco gular, les permite atrapar y almacenar alimentos, principalmente peces y crustáceos, convirtiéndola en una efectiva red de pesca natural. Al comer, el pelícano caza sumergiendo su pico en el agua, y luego levanta la cabeza para permitir que el agua drene antes de tragarse su captura.

Existen ocho especies de pelícanos en todo el mundo. Las más conocidas son el pelícano blanco, el pelícano marrón y el pelícano rosado, cada uno con sus propias características y zonas de distribución. Típicamente viven enzonas costeras, pero también se pueden encontrar en lagos de agua dulce y salada.

Los pelícanos son también conocidos por su comportamiento social. Suelen vivir en grandes colonias y trabajan juntos para acorralar a los peces en aguas bajas, facilitando su captura.

Hay un toque de poesía en la naturaleza de un pelícano, una rima de equilibrio entre la robustez física y la danza aérea refinada. Nos recuerdan que, a pesar de nuestras aparentes contradicciones, la naturaleza tiende a crear un equilibrio, una fusión armoniosa entre fortaleza y elegancia.