
La Dora exploradora de los años 80. Pocas Pecas salió de la marca Feber y rompiendo moldes. No era el típico muñeco con imagen de bebe, ni la muñeca rubia y perfecta en todo, no era la dulce muñeca de bucles y mirada angelical de tonos pastel. No. Pocas Pecas era pelirroja, sí, tenia pecas y no muchas. Su cuerpo no era perfecto, tenía barriguita. Sus completos eran de colores vivos, rozando el daltonismo. Toda ella era un grito para romper estereotipos, aunque solo duró un par de décadas. Pocas Pecas te hacia ir de camping con su mochila tienda de campaña sin necesidad de nadie. La primera muñeca soltera que no se le conocía pareja masculina.