
Los Temblors fueron unos peluches de la empresa Vir. Una pequeña marca de juguetes que empezaron haciendo souvenirs para los turistas y terminaron indundando las estanterias de las jugueterias con sus muñecos. Uno de los más recordado y acutualmente más buscados eran los Temblors ( de segunda mano pueden valer hasta 500 €). Los Temblors eran monstruitos de peluche de diferentes colores y de extraña apariencia. En el anuncio, nuestro querido Constantino Romero (La Voz de nuestra infancia) nos decía que solo soñando con los Temblors los podíamos salvar de sus cadenas, pero con la advertencia que si se ponían nervosos gritaban y se ponían a temblrar.