Aunque se tenga la falsa sensación de que los Trolls eran un juguete que se popularizo en los años 80, la verdad es que desde el año de su creación es el 1959. Siempre han estado de moda. Al principio estas simpáticas criaturas eran de una calidad extraordinaria, de ojos de cristal y pelo de lana de oveja. También se le llamaba Dam Trolls en referencia a su creador Thomas Dam. Su pelo de colores brillantes y su cara sonrientes inundaron las jugueterias en los 70, 80 y 90. Por un error de licencia cualquiera podía fabricar a los Trolls de la suerte y tuvieron hasta 10 fabricantes distintos. En 2003 y por sentencia se devolvieron los derechos de producción a la familia del creador. En estos momentos son artículo de coleccionista y los nuevos Trolls vuelven a tener la misma calidad de los primeros.